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La encrucijada de los trabajadores registrales



Son muchos los compañeros que todavía no distinguen desde que lugar los trabajadores tenemos que encontrar respuestas a los diversos problemas que se nos presentan.


Algunos trabajadores dicen que hay que ir a los medios de comunicación, otros intuyen que la punta pasa por contactar a legisladores y funcionarios públicos, y otros tantos creen que tenemos que sostener un diálogo con AAERPA y DNRPA. La realidad es que todos están en lo cierto, pero todas esas acciones deben hacerse desde una organización que represente a los trabajadores de manera institucional.


La institución legalmente constituida y legitimada jurídicamente para defender el derecho de los trabajadores es, por definición, el sindicato.


Nosotros conocemos cuál es la opinión generalizada que hay sobre los sindicatos y los dirigentes sindicales. A nosotros no nos representa ni Comercio ni Utedyc, y es por ello que nos embarcamos en la construcción de una organización propia donde no haya intermediarios que en su vida parecen haber trabajado.


A nosotros no nos representan porque nunca trabajaron para defendernos, porque ni siquiera saben lo que es un registro del automotor, porque firman paritarias por debajo de la línea de pobreza.


Tampoco nos representan porque hacen acuerdos con los gobiernos de turno, y a nosotros tanto antes como ahora nos despiden y vulneran nuestros derechos. Todos sabemos, y más los que trabajamos en registros intervenidos, que de la noche a la mañana nos quedemos sin laburo.


La situación está jodida hace rato y el futuro parece bastante más oscuro que el presente.


Estamos desprotegidos y tenemos que hacernos cargo de la parte que nos toca, porque en el fondo también somos responsables.


Somos responsables cuando hacemos silencio ante esta injusticia. Estamos tan sometidos que a veces somos más comprensivos con la posición del encargado que con la de nuestros compañeros. Y eso es una locura que no tenemos que permitir.


Los sindicatos no son corruptos por naturaleza, son corruptos quienes los integran. Si los verdaderos trabajadores nos hacemos cargo de organizarnos eso lo vamos a impedir. Por eso convocamos a todos a ser parte de este proyecto, que es el único que nos pueda devolver la dignidad que nos merecemos.


Mientras hacemos ganar millones y millones de pesos a los encargados y al Estado, nosotros nos llevamos una mísera parte, cargando con el peso de perder el laburo en cualquier momento, soportando los peores maltratos, intentando subsanar la negligencia de la Dirección Nacional que no se cansa de improvisar y la zozobra de AAERPA que realiza una puesta en escena argumentando que nosotros somos el principal capital de los registros mientras sus integrantes son los que nos precarizan día a día, creando una bolsa de trabajo cuando tiran nuestro trabajo a la bolsa... de basura.


Ya no se soporta tanta hipocresía. Estamos cansados de los corruptos e incompetentes que tanto ayer como hoy se llenan de guita apoyándose en nuestro sudor.


Nosotros queremos elevar nuestro salario a un nivel que nos permita bienestar para nuestras familias, que nos permita tener un hogar y darle lo mejor a nuestros hijos.


Queremos mejores condiciones laborales y no sufrir el estrés de ser laburantes “todo-terreno” todo el tiempo.


Queremos estabilidad y no sufrir la tortura diaria de saber si al día siguiente tendremos o no trabajo porque una patota de Dirección Nacional nos robó nuestro laburo.


Queremos ser trabajadores del registro y no del encargado, y también queremos que nuestros compañeros puedan llegar a ser encargados, ¿por qué no?.


Queremos un sindicato que iguale la relación de poderes entre trabajadores y patrones, entre trabajadores y la Dirección Nacional. Nosotros tenemos que juntarnos, unirnos, construir un poder colectivo que pueda dar pelea y así conquistar mejoras a través de los convenios colectivos de trabajo.


Es un paso que no podemos eludir, aunque muchos crean lo contrario. La historia nos demuestra que solo a través de la organización sindical es que se logran mejoras sustanciales en la vida de los trabajadores.


Un cajero de un Banco con antigüedad puede ganar alrededor de 40 mil pesos más bonos y repartición de ganancias. En la práctica no hacen un trabajo muy diferente al que hace un cajero de un registro.


Un trabajador administrativo del Poder judicial con cierta antigüedad, seguramente está por arriba de los 30 mil, y con un mes y medio de vacaciones, más la tasa de justicia, en la práctica no hacen un trabajo demasiado diferente al que hace un trabajador registral.


La diferencia es que ellos tienen sindicatos fuertes, delegados en los puestos de trabajo, y nosotros no.


Y por supuesto, lo que ofrece el sindicato es proteger y luchar por la fuente de trabajo, cuando un sindicato es fuerte, unido, solidario y honesto, nadie se atreve a despedir a ningún trabajador sin justa razón.


No podemos demorar más. Unámonos para defender nuestro laburo, nadie va a poner el pecho por nosotros. Nunca nadie lo hizo y tampoco nadie lo hará.


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